sábado, 13 de agosto de 2011

"Demian", Herman Hesse

Demian, Historia de la juventud de Emil Sinclair, del almemán Herman Hesse, es una de las obras emblemáticas de Hesse (1877-1962) donde se relata la evolución espiritual del protagonista principal, Emil Sinclair, y su paso de la juventud a la etapa adulta, íntimamente relacionada con un misterioso compañero, de nombre Max Demian, cuya particular forma de ver la vida marcará un punto de inflexión en el joven Emil. 

Esta novela, como se aprecia en la obra completa del autor, rezuma repulsión ante la sociedad burguesa y masificada, donde el hombre resta "alienado", alejado de la autenticidad, abocado a un destino incierto que desagrada al gran escritor y crítico alemán. Demian es, pues, un llamamiento a los elegidos, los portadores del "estigma de Caín", a emprender la reconstrucción de la humanidad.

La obra empieza con un joven Emil, que a pesar de su juventud se nos presenta como alguien inteligente, que sabe diferenciar dos mundos entre los que se mueve. Uno de ellos, el mundo del "bien", del hogar, de la familia, aquel mundo donde se siente seguro, alejado de la maldad del mundo. Sin embargo, ya desde el principio de la obra, se ve abocado al otro mundo, un mundo más oscuro, que amenaza con destruir su "integridad", condenándolo a perderse en aquel otro mundo que, a pesar de su maldad, le atrae. Pues, como descubrirá más adelante gracias a la particular forma de ver la realidad de Demian, ese mundo no debe repudiarse, pues tanto la supuesta "maldad" como el supuesto "bien" pueden convivir.

Y es la acción de otro personaje, Kromer, la que sellará el adentramiento en ese nuevo mundo. Franz Kromer un zagal problemático quien consigue, mediante mentiras y chantajes, "pervertir" a Emil. 

Sin embargo, el joven protagonista consigue salir de esa situación repleta de maldad gracias a la actuación inesperada y misteriosa de Max Demian, un tipo inteligente y que parece destilar una confianza y un poder que admiran y llaman la atención de Emil, quien entablará una extraña amistad con él. 

En las siguientes páginas aparecerán nuevos personajes, aunque sin duda no con tanta fuerza como Demian y Emil, protagonistas bien definidos, con fuerza y cargados de simbolismo, y la historia de la juventud de Emil Sinclair irá tomando forma, pero no voy a desvelar el argumento. En cambio, sí voy a hablaros un poco del mensaje, de lo que esconde el libro. 

Para empezar debo confesar que Herman Hesse es un autor que admiro, tanto por su estilo como por su madurez literaria, así que es posible que mucho de lo que digo no sea del todo imparcial. A pesar de ello, creo que estoy siendo justo al valorar esta, y la mayoría de sus obras, como obras ejemplares, de gran calidad técnica y con muchísimos mensajes ocultos.

En primer lugar Hesse hace fala de un estilo envidiable. Abundan frases lapidarias, cargadas de sentido. Su estilo es ligeramente "recargado". No es, por lo tanto, un escritor para leer si lo que se busca es entretenimiento fácil y sencillo. A pesar de ello, no se puede decir que la lectura de sus obras sea complicado, sino que, aun requiriendo algo de esfuerzo, se puede hacer de forma bastante amena (además del hecho que suelen ser cortas). 
 Intentaba solamente vivir lo que tendía a brotar espontáneamente de mi interior. ¿Por qué habría de serme tan difícil?.
El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El dios se llama Abraxas.*
 Pero no es tanto su estilo el que lo ha hecho merecedor del Nobel (que también, lógicamente) sino toda la magia que reside en las palabras. En Demian, que es el texto que aquí se trata, se esconden muchas profundas reflexiones sobre le hombre, sobre la juventud y sobre la evolución espiritual del hombre sano. 

En primer lugar destaca la particular forma que tiene Demian de interpretar el mito de Caín. Para él, Caín no es más que un ser superior, cuyo estigma no era visible, sino que reside en él mismo y que causa miedo a los demás, gente normal y no tan superior como él. Era una distinción que lo marcaba como alguien superior, que le dotaba de un estatus, de un poder envidiable pero a la vez digno de temer para los demás, que se veían inferiores ante él. Y su carácter, el carácter de un hombre fuerte, les inspiraba pavor, pues ellos no eran capaces de entender tal fuerza, tal independencia y le consideraban siniestro. Y fue ese miedo que generaba su superioridad el que llevó, según Demian, a ser calumniado. A pesar de ello, Demian no quita que puede que Caín fuese alguien de veras siniestro para la percepción de la gente normal.

Y esta reflexión Bíblica, que recoge algunos pensamientos filosóficos del siglo XX (incluso podríamos relacionarlo con Nietzsche, el Superhombre y el temor que inspiraría a los demás alguien más astuto, más inteligente y de carácter fuerte, que no se deje amoldar por los criterios de los demás) y que nos dice que hay que interpretar la Bíblia, es una más de las muchas que perlan el libro, que a su vez es una reflexión sobre la búsqueda de uno mismo durante la adolescencia, la búsqueda del camino que nos permita alejarnos de los dogmas para trazar nuestro propio estilo de vida, propio. 

Y hay mucho más escondido entre sus páginas, muchas reflexiones, muchos llamamientos al auto-razonamiento, a la libertad personal, no tanto física, sino intelectual. Es una llamada a la destrucción de la sociedad masificada y "alienadora" del individuo, que destruye al "fuerte" por considerarle siniestro, que instaura el materialismo por encima del pensamiento, de la espiritualidad (no entendida como religiosidad, sino como busca personal de uno mismo). 

Así que, entre estas páginas escritas en un momento de crisis existencial del autor se pueden encontrar muchas lecciones de vida, muchas reflexiones. Enumerarlas todas sería inútil, (y más hacerlo aquí, porque no conozco suficiente como para abordar temas tratados en la obra, como la psicoanálisis o diversos mitos religiosos que dan un carácter aún más espiritual al escrito si cabe)   pues no creo que nadie sea capaz de verlas todas y, aunque así sea, para cada cual deben tener una interpretación, un particular sentido. No es un libro que deba enseñarse dogmáticamente, como si solo existiese una forma de comprenderlo (en realidad ningún libro, texto o creación artística debería considerarse como un algo cerrado y unidireccional, por más que los grandes entendidos den cátedra sobre ellos). 

Por último, y creo que no hace falta decirlo pero voy a hacerlo igualmente, es un libro altamente recomendable, como El lobo estepario (del que hay un pequeño comentario en el blog) o Siddhartha (del que espero hacer un comentario pronto) y recomiendo una lectura pausada y atenta, pero sin dejar de gozar de la historia. 

Puntuación: 9/10

* Esta frase, muy representativa de la obra, hace referencia a Abraxas, un dios que representa el Bien y el Mal y que tuvo cierta importancia en algunas sectas gnósticas y en algunos grupos "cainistas". Me parece interesante dedicarle unas líneas a esta frase, pues me parece genial. Como se puede ver al principio, es representado en una de las portadas de Demian. El pájaro que rompe el cascarón que es un mundo. Pero, ¿qué mundo? ¿El mundo del bien, donde se encuentra el jovencísimo Emil del principio? ¿O el mundo del "mal", donde es abocado a causa de Kromer? Quizás ni uno ni otro, sino simplemente aquel punto en el que se descubre que todo es relativo, el bien y el mal son dos caras del mismo dios, Abraxas, y no debe repudiarse una parte, restando así alienado (¿quizás se puede percibir algo del vitalismo de Nietzsche en estas palabras?).

Por eso, cuando al fin el individuo madura, es capaz de romper el cascarón, el mundo, y convertirse en un pájaro capaz de alejarse del suelo y llegar a Abraxas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario