¡Cuánto ha cambiado el mundo con el paso de los años! Las grandes dictaduras occidentales han caído, desmoronándose y llevándose consigo los restos de sus ideologías. La represión de la información y de las ideas parece haber disminuido, aunque aún siguen existiendo pequeños reductos que buscan acabar con este libre pensamiento. Pero ahora bien, ¿de veras existe esta libertad para pensar como queramos? Y si existe, ¿la usamos?
Hoy toca repasar los medios de comunicación. Periódicos y televisión transmiten información, sí, pero está tan mascada que no genera apenas debate, la gente se cree lo que lee, información que, a parte, está sesgada y manipulada para adecentarse a los principios que rigen el medio de comunicación, que no son otros que los intereses del jefe con respecto a las elecciones venideras o a otros temas de esta índole. Así que, aún existiendo libertad de expresión y de prensa, esta no parece plasmarse en los textos, que nos llegan a nosotros y no incentivan en nosotras las ganas de pensar y reflexionar, sino que se conforman con exponer un caso, normalmente escándalos políticos insustanciales, y nadie da más vueltas a este tema, y nadie concibe sus ideas sobre este u otros tópicos de misma o variada índole.
Pero dejemos temas superficiales y sumergámonos en esta sociedad en la que vivimos. ¿Cuáles son las preocupaciones de la gente? El paro, las enfermedades, la inmigración... Pero... ¿qué hay de esas personas ideológicas que luchaban por sus ideas, que pensaban y reflexionaban sobre la sociedad e intentaban cambiarla? Ya quedan pocos, como un residuo de tiempos pasados. Los jóvenes que se alzan bajo este estandarte no son más que vándalos, si se me permite la expresión, que se dedican a prender containers y a pelearse con los de ideología contraria, pero que apenas conocen su propia ideología y desde luego no comparten porque simplemente no han dedicado el suficiente tiempo a reflexionar sobre ellas.
Así que tenemos una sociedad apática, que vaga sin rumbo aparente, sin metas ni fines más que llegar a fin de mes, tener unas bonitas vacaciones, conseguir casarse, tener un buen trabajo... Cosas necesarias, desde luego, pero ¿debe reducirse nuestra vida a esta monotonía? ¿Debemos ignorar las ideologías, las ideas, y vivir en este monótono marco?
Yo desde luego no quiero ser víctima de esta sociedad apática y sin ideas, me gustaría creerme, a palabras de los románticos tras leer el Quijote, como uno de esos "españoles que, como don Quijote, ven una España diferente a la que tenemos, mejorable y cambiable, y está dispuesto a luchar y esforzarse por sus convicciones como el famoso hidalgo de la Mancha no dudó en hacer". Entiéndase España como la sociedad en general, no como el país en sí, y véase a don Quijote como símbolo de la idealidad, de la lucha entre ideales y realidad que intenta cambiar el mundo, aún pareciendo loco a ojos de los demás pero no teme hacer lo que es justo por tal de mejorar el mundo.
Y éste es, sin duda, la finalidad de este blog: alentar a las personas a concebir sus ideas, contrarias o no a las que algunos de nuestros escritores defienden, pero propias y reflexionadas, y que puedan ayudar al mundo, a cambiarlo, porque... si no existen esos locos que sigan la estela de don Quijote, que vean un mundo ideal, que no real, y pretendan mejorarlo, no hay futuro para este mundo más allá que la mediocridad y la monotonía.
Amigos, yo os animo a tener convicciones, ideales, a no conformarse con esta estúpida situación política insostenible y donde sólo se busca el voto. Debemos luchar para cambiar esto, debemos convertirnos en personas capaces de pensar libremente, de concebir ideas, y que éstas ayuden a cambiar el mundo, a mejorarlo, a convertirlo en un lugar mejor.
Gracias por vuestra atención. Firmado: Freedom Fighter